Qué temas de conversación mantener con los clientes en la peluquería después de la reapertura

Ahora que el periodo de cuarentena ya ha terminado, vas a atender en la peluquería a diferentes clientes cuyas experiencias durante la cuarentena son muy diferentes unas de otras. Algunas personas la habrán pasado de forma muy aburrida, otras se relajaron un poco y descubrieron una nueva afición, pero otras podrían haber perdido un trabajo o incluso haber perdido a algún amigo o familiar debido al Covid-19. Por otra parte, tratarás con clientes que creerán que el virus es una farsa y a otros que adoptarán todas las medidas de seguridad posibles por miedo a infectarse.

Para hacerte la vuelta al trabajo más fácil, hemos preparado unos consejos para la conversación con los clientes mientras se les atiende en tu peluquería o salón de belleza para no caer en discusiones o tratar temas aburridos o incluso que puedan ser molestos para el cliente.

Conoce tu rol como trabajador de peluquería

En un salón de peluquería para tratar que el cliente quede satisfecho y vuelva de nuevo, no basta solo con proporcionar un gran servicio al cliente, sino que hay que proporcionar una experiencia única, aportarle al cliente algo más que un corte de pelo. Por eso, puedes ser el mejor peluquero, estilista o esteticista del mundo, pero si careces de habilidades sociales y el servicio al cliente es un concepto que no trabajas en tu salón de peluquería, es poco probable que tu negocio prospere.

La mayoría de gente que va a su peluquería o salón de belleza espera que el trabajador que le va a ofrecer los servicios sea cortés y educado, lo que incluye saber cuándo, cómo, qué hablar y cuándo retirarse amablemente de la conversación.

Debido a la situación actual, mucha gente acudirá a la peluquería o salón de belleza buscando alivio. Puede que quieran olvidarse de sus luchas diarias y eliminar el virus de sus mentes, aunque solo sea por unos momentos, o justo lo contrario: compartir sus dificultades con alguien. Ten en cuenta que escuchar tantas historias tristes y sobre el mismo tema puede afectar a tu estado de ánimo y salud mental. ¡Asegúrate de cuidarte a ti mismo también!

Temas de conversación en la peluquería seguros

Si tu cliente trata de enfocar la conversación sobre el coronavirus y ya estás cansado/a de hablar sobre ese tema, puedes tratar de direccionar la conversación a otros temas. En tal situación, puedes preguntar sobre:

• Un nuevo libro, película o serie de televisión que pueden haber descubierto durante la cuarentena y cuál es su opinión al respecto
• Si el cliente ha descubierto una nueva afición o ha tenido la oportunidad de desarrollar una ya existente durante la cuarentena
• Si el cliente cambió algo de la rutina de belleza durante el periodo de cuarentena o cuál fue la experiencia del cliente cuidando de su cabello, piel o uñas por sí mismo
• Si el cliente decidió hacer algún cambio drástico en su apariencia

Las últimas preguntas te pueden incluso permitir anunciar tu línea de productos al por menor e intentar venderlos al cliente.

Por supuesto, si el cliente tiene una experiencia mucho más espantosa con el periodo de cuarentena y quiere hablar de temas más serios, no intentes hacer las cosas por la ligera o por la fuerza, ya que puede dar la impresión de ser insensible y/o desconsiderado. Las ideas anteriores funcionan para los casos en los que el cliente sigue mencionando el tema, pero no parece molestarse por ello.

Una buena idea es anotar toda la información posible en las fichas de cliente del software para salones de belleza Booksy. Por ejemplo, si sabes que a un cliente no le gusta hablar de los temas relacionados con el virus, puedes hacer una anotación en su ficha de cliente que te permitirá a ti o al empleado que lo atienda la siguiente vez que venga a evitar este tema de conversación. 

Temas de conversación en salón de belleza a evitar

Definitivamente, lo que no deberías hacer es sacar el tema del coronavirus antes de que tu cliente lo haga. Si el cliente no habla de ello, es probable que lo haga conscientemente. Incluso si el cliente está dispuesto a conversar hay cosas que no deberías decir o preguntar. Por ejemplo:

• Preguntar si el cliente conoce a alguien que haya pasado el virus (o peor aún, que haya fallecido). Puede ser un tema muy delicado.
• Participar en una discusión sobre cómo se debería actuar frente al virus. Si el cliente tiene una opinión fuerte sobre este tema, no la cambiará de todos modos y si la opinión es contraria a la tuya, lo que puedes “ganar” es un cliente perdido.
• Discusiones sobre el contagio del virus, la mortalidad o la rapidez con la que se propaga. Para muchas personas, estos temas les pueden provocar ansiedad.
• Presumir de lo que hiciste durante la cuarentena. Es fantástico si lograste relajarte, encontrar una nueva afición y prevalecer financieramente. Sin embargo, el cliente puede haber tenido problemas de salud mental, haber perdido el trabajo o incluso a algún familiar querido. A menos que puedas estar seguro de que no fue así, trata de evitar presumir de tu cuarentena.

Compartir excesivamente tu lucha personal o profesional. Es importante hablar de tus experiencias difíciles, pero tus clientes no son las personas adecuadas para mantener esas conversaciones. Si tu cliente te pregunta, puedes compartir las cosas de las que te sientes cómodo discutiendo, pero no te permitas despotricar sobre las regulaciones de apertura o reducción de tus ingresos.

Juzgar las decisiones del cliente relacionadas con el virus (por ejemplo, el no usar mascarilla). A menos que te afecten directamente o vayan en contra de los protocolos de seguridad e higiene en tu salón, guarda tus opiniones para ti mismo.

Ahora es más importante que nunca asegurarte de que tus clientes se sientan bien cuando acuden a tu salón de belleza o peluquería. El primer paso para proporcionar un gran servicio al cliente es asegurarse de que sabes cómo manejar las conversaciones difíciles. Siguiendo las reglas antes mencionadas y ayudándote con un sistema de gestión para peluquerías serás capaz de evitar indiscreciones accidentales y crear una atmósfera de verdadera relajación.